REPÚBLICA DOMINICANA
Independencia Nacional
En el presente artículo usted podrá encontrar datos acerca de los hechos históricos que dieron origen a la Independencia Nacional de la República Dominicana; pasando desde la fallida proclamación de independencia del Dr. José Núñez de Cáceres hasta el grito de libertad de los padres de la dominicanidad; tacando los pensamientos e ideales de estos forjadores de nuestro presente.
Cada uno de estos temas están enlazados entre si por la historia dominicana, ya que estos acontecimientos trajeron la victoriosa transformación de un pueblo oprimido y maltratado a un estado libre, independiente y soberano.
Sin lugar a dudas los "Padres de la Patria" fueron hombres de gran valor y con grandes ideales.
Las informaciones que le presentamos tiene varios objetivos, dentro de los que podemos resaltar:
Dar a conocer el descontento y agitación de Santo Domingo frente a los acontecimientos de la Independencia Efímera.
Dar a conocer los antecedentes de la Independencia Nacional.
Saber quienes conformaban la Sociedad Secreta La Trinitaria.
Mostrar la parte opositora al movimiento de los trinitarios.
Destacar el valor que poseían Nuestros Padres de la Patria.
Dar a comprender al lector la importancia del 27 de febrero.
Antecedentes
A inicios del Siglo XIX ya circulaban por toda América aires y movimientos liberales e independentistas, inspirados por las exitosas revoluciones francesa y estadounidense, así como por el creciente descontento de los habitantes de las colonias por el trato y explotación recibidos por las potencias colonizadoras.
En la parte occidental de la isla La Hispaniola, los esclavos de origen africano habían conseguido derrotar al ejército francés y declararon en 1801 la nación de Haití como libre e independiente.
Estos primeros años del siglo XIX son conocidos en la historia dominicana como la "España Boba", por la poca atención e interés mostrado por el reino español en su colonia de la parte oriental de la isla La Hispaniola.
Descontento y Agitación en Santo Domingo
Una serie de conspiraciones fueron descubiertas entre los años de 1810 a 1812; una de ellas fue la encabezada por Don Fermín, llamada Rebelión de los Italianos; otra conspiración que pretendía restituir el dominio francés, así como el levantamiento de los esclavos fue la Rebelión de Mendoza y Mojarra.
Todos estos levantamientos y conspiraciones prueban como se habían esparcidos por Santo Domingo las ideas revolucionarias e independistas. Haití había jugado un papel muy importante en este sentido. Desde ese país, ya unificado bajo el gobierno de Boyer, llegaba literatura revolucionaria, ademas de que en 1820, Boyer se dedico a enviar agentes a la parte dominicana a incentivar a los pobladores a unirse a Haití.
A finales del año 1820, el gobernador Kindelán protestó por la agresiva campaña en el Este de los agentes de Boyer, que alcanzó su mayor punto con el trabajo realizado por un agente llamado Desir Dalmassi. El resultado fue que se hizo cada vez mas patente, la existencia de una facción pro-haitiana.
E l descontento con España se hizo general; la vigencia de la Constitución de Cádiz hacia mas angustiante la situación social para los pobladores de Santo Domingo.
Dicha constitución fue la primera constitución liberal de España, suprimió los tribunales de la inquisición y eliminó el comercio de esclavos. Aunque contradictoriamente mantenía la esclavitud y establecía la división social en ciudadanos, libres y esclavos. De estos tres estamentos solo los blancos podían ser ciudadanos y tenían pleno derechos, por tanto, la mayoría de los dominicanos quedaba marginada.
Sin duda alguna, la situación de crisis había disminuido el grado de lealtad hacia España, además su declive como potencia imperial era evidente. Estos acontecimientos unidos a los expresados anteriormente llevaron a los habitantes de Santo Domingo a pensar en la real posibilidad de separarse de España.
La conspiración de Núñez de Cáceres
El amplio movimiento conspirativo estaba, para 1821 divididos en dos facciones. Por un lado la aristocracia colonial, conformada por comerciantes, burócratas y terratenientes, encabezados por José Núñez de Cáceres, quienes propugnaban por la independencia, pero adheridos al proyecto de Bolívar de la Gran Colombia.
Por otro lado, estaban los pequeños comerciantes y propietarios mulatos y negros libertos que postulaban la adhesión a Haití.
A finales de 1821 muchos poblados de la línea fronteriza apoyaban la incorporación a Haití. En Santo Domingo, la Conspiración de Núñez de Cáceres, quien ostentaba el cargo de teniente de gobernador e intendente político, contaba con el apoyo de los miembros de la asamblea provisional y el batallón de morenos, cuyo jefe, el Coronel Pablo Ali, consiguió que otros batallones se sumaran al movimiento.
Este movimiento representaba los intereses de las clases dominantes, las cuales estaban desencantadas por el incumplimiento de España a todas las promesas hechas a Sánchez Ramírez. Además, la creciente situación de crisis económica amenazaba sus intereses, por lo que asumirían un rol preponderante en el proceso de independencia, para de esta forma garantizar la retención del poder para su beneficio.
Proclamación de Independencia de Núñez de Cáceres
En busca de su propio destino y un futuro mejor, la colonia española en Santo Domingo se separó de España en forma no bélica, a finales de 1821, mediante transacciones pacíficas encabezadas por el Dr. José Núñez de Cáceres, quien proclamó lo siguiente:.
"Así lo reconocemos y tocamos por nuestra propia experiencia, y conducidos por ello declaramos y solemnemente publicamos, que la parte española de la Isla de Haití, queda desde este día constituida en un estado libre e independiente: que el buen pueblo dominicano ni ahora, ni adelante, ni nunca se someterá a las leyes y gobiernos de España... viva la Patria, viva la Independencia, viva la Unión de Colombia!... 1 de diciembre de 1821."
Como se ve en la declaración, el interés era acogerse al protectorado de la Gran Colombia promovida por Simón Bolívar, para unir a las nuevas naciones surgientes y antiguas colonias de América del Sur.
La ausencia de España en los asuntos de Santo Domingo era tan marcada que prácticamente no existía representación española en la colonia y ello explica en gran medida la ausencia de oposición efectiva a la independencia.
Pero desde sus inicios el nuevo Estado mostró desacuerdos entre sus actores. En las provincias del interior prevalecía la intención de unirse a Haití. Además, el apoyo de la Gran Colombia nunca se hizo efectivo.
Las primeras medidas tomadas por Núñez de Cáceres tendieron a conservar los privilegios de las clases dominantes y lo hicieron sumamente impopular ante la población. Entre esas medidas encontramos, el mantenimiento de la esclavitud y los reconocimientos de la ciudadanía únicamente a los hombres libres. Además, la burocracia colonial permaneció prácticamente intacta ya que, en su mayoría, formaban parte de la conspiración y la población sentía desconfianza de esa elite que siempre había gobernado la colonia.
Haití había recobrado su estabilidad interna y comenzó a prestar mayor atención a Santo Domingo. Apenas un mes después de proclamado el Estado de Haití Español, Boyer enviaba un ultimátum, el 11 de enero de 1822, anunciando la ocupación de la parte este de la Isla.
El ansia de libertad e independencia de los habitantes de la parte española de la isla de Santo Domingo se vio cercenado con la invasión de nuestro país por el ejército de la vecina nación haitiana.
El 9 de febrero de 1822 le fueron entregadas las llaves de la ciudad al Presidente haitiano Jean Pierre Boyer. Con este hecho, termina la Independencia Efímera protagonizada por José Núñez de Cáceres.
El 16 de julio de 1838, Juan Pablo Duarte, junto con Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, José Maria Serra, Feliz Maria Ruiz y Jacinto de la Concha, entre otros, funda la sociedad secreta La Trinitaria, con el propósito de luchar en contra de la dominación haitiana y alcanzar la independencia nacional.
A continuación presentamos un fragmento de lo dicho por Duarte a sus compañeros en esa ocasión, después de un largo rato de abstracción:
"Amigos míos, unidos aquí con el propósito de ratificar el que habíamos concebido de conspirar y hacer que el pueblo se subleve contra el gobierno haitiano, a fin de constituirnos en estado libre e independiente con el nombre de República Dominicana, vamos a dejar empeñado nuestro honor y vamos a dejar comprometida nuestra vida. La situación en que nos coloquemos será muy grave, y tanto más cuanto que entrando ya en este camino, retroceder será imposible. Pero ahora, en este momento hay tiempo todavía de rehuir toda clase de compromiso. Por lo que si alguno quisiere separarse y abandonar la causa noble de la libertad de nuestra patria querida..."
Duarte, hijo de un comerciante español, había regresado al país en 1831 procedente de Europa, donde había recibido instrucciones y la influencia de las ideas liberales de la época.
Bajo la dirección de Duarte se agruparon esencialmente los sectores de la pequeña burguesía urbana. Estos aspiraban a la formación de una Republica independiente, sustentada en los principios liberales.
Paralelamente, los sectores hateros, los comerciantes y ciertos sectores de la burocracia, también formaron una facción opositora, que si bien pretendía separarse de Haití, no deseaba la independencia sino el retorno a la dependencia colonial o bien el protectorado de alguna gran potencia. Estos últimos se dispersaron en tres tendencias principales:
Pro- españoles: Aspiraban al retorno de la situación colonial, encabezados por el sacerdote Gaspar Hernández y el general Andrés López Villanueva.
Pro- ingleses: El desinterés de Inglaterra trunco estas aspiraciones.
Pro-franceses: Buscaban terminar el dominio haitiano con el apoyo de Francia, otorgándole a esta potencia beneficios políticos, comerciales y territoriales. Sus figuras principales eran Buenaventura Báez y Manuel Joaquín del Monte.
27 DE FEBRERO
DÍA DE LA INDEPENDENCIA DOMINICANA
Durante 22 años ocuparon los haitianos el territorio dominicano e intentaron eliminar el idioma y las costumbres. Obligaron a publicar los documentos oficiales en francés y otras medidas que atentaban contra la esencia misma de las tradiciones y cultura de lo que vendría a ser más tarde el pueblo dominicano.
Aunque Duarte no estaba, auto exiliado por la persecución de los haitianos, los trinitarios no cejaban en sus acciones y en la causa de la libertad del país. Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte dirigían a los trinitarios, casi sin recursos, hacían circular las ideas en hojas manuscritas, para organizarse y sumar adherentes a las ideas separatistas.
El 16 de enero de 1844, fue redactada por don Tomás Bobadilla, el Manifiesto de los pueblos de la parte Este de la isla, denominada antes Española o de Santo Domingo, en la que se enunciaban las causas de su separación de la República haitiana. Esta Manifestación sería la ley que regiría la república proclamada, hasta que se promulgara su constitución.
Estando Duarte aún en Venezuela, la noche del martes 27 de febrero de 1844, en la puerta del Conde de la ciudad de Santo Domingo, la República Dominicana era proclamada por Tomás Bobadilla, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta, Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte y otros patriotas, quienes expresarían a las autoridades haitiana su "indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra voluntad".
Esa noche del 27 de febrero de 1844 iban congregándose poco a poco, pequeños grupos de patriotas que provenían de las distintas zonas de la ciudad. El comienzo de la acción separatista fue indicado por un trabucazo disparado por Matías Ramón Mella en la puerta de la Misericordia, y que fue oído por todos los habitantes de la ciudad.
Los patriotas habían planeado que esa noche del tomarían posesión de todos los fuertes emplazados en la muralla y el puerto. Para llevar a cabo estas acciones, contaban con la cooperación de varios militares que apoyaban la causa y que estaban dispuestos a entregar sus posiciones y ayudar a tomar la Fortaleza.
Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, cuando se dirigían hacia la Puerta del Conde, en el baluarte de San Genaro, izaron la Bandera Dominicana. Ondeaba en la ciudad de Santo Domingo la bandera bordada por Concepción Bona y su prima María de Jesús Piña, junto con otras damas. La Bandera había surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte y aprobado, el 16 de julio de 1838 en La Trinitaria, donde se presentaban los colores y la forma de la enseña que representaría al nuevo estado, que se denominaría República Dominicana.
Ante el apoyo popular y de diversos grupos que unían sus fuerzas por la libertad, los haitianos se consideraron incapaces de combatir un alzamiento de tal magnitud, y el 28 de febrero se obtuvo la capitulación de la guarnición haitiana.
En la actualidad el Gobierno Dominicano realiza cada año en el período comprendido entre el 26 de enero (día del nacimiento del patricio Juan Pablo Duarte) y el 27 de febrero (día de la Independencia Nacional), la celebración del mes de la Patria; un espacio para resaltar los valores de la Nación, en donde se realizan un sinnúmero de actividades con el fin de honrar a los creadores de la nacionalidad dominicana, así como a los símbolos de la Nación.
El Trabucazo
Se mantuvo combatiendo en la región monistica del país durante la guerra de la independencia para así impedir la penetración haitiana. El 27 de febrero de 1844, Mella dispara su famoso trabucazo en la Puerta de La Misericordia, marchando luego hacia la Puerta del Conde, con lo que consagra el nacimiento de la República Dominicana. Este fue uno de los gestos independentistas de mayor importancia.
Luego de esto, Mella proclama a Duarte para presidir la Junta Central Gubernativa, evitando así que los partidarios del colonialismo ocuparan el poder. Pedro Santana, opuesto a esto, lo hace salir irremediablemente del territorio dominicano.
En cuanto al famoso trabucazo de Mella en la puerta del Conde, cosa que ni remotamente dudamos en un gesto que demostraba su interés de jugarse el todo por el todo sin dar un paso atrás, debido a que al reunirse Los Trinitarios en la Puerta del Conde eran muy pocos y primaba la indecisión, obligándolos así a arrojarse a ejecutar el plan previamente trazado, pero también es bueno recordar que en esos momentos teníamos la presencia de numerosos buques de guerra franceses estratégicamente distribuidos (con tropas quizás??) en este lado de la Isla con precisos planes de ayuda militar y de apoyo a cambio de la península de Samana tal cual como lo asentó el Cónsul en Pto. Príncipe USSBER a Lord ABBERDEEN en su comunicación de fecha 21 de MARZO DE 1844, lo cual sin lugar a dudas fue factor altamente intimidatorio para las escuálidas tropas haitianas que se encontraban en este lado de la isla, para que se rindieran rápidamente.
Uno de los grandes factores que contribuyeron a que Francia no tomara activa participación, lo fue entre otras cosas - claro esta - lo fue la presión ejercida por el Gobierno Británico quien en doble "juego" apoyaba a los haitianos y ayudaba a los dominicanos, como manera de evitar que los Franceses se apoderaran de la parte Oriental de la isla, muestra de ello lo es la valiosa ayuda de Heneken quien vino como "agente especial" británico para observar los movimientos de las autoridades Francesas las cuales buscaban - en el menor de los casos- la importante y estratégica Península de Samana a cambio de ayuda para concretar la Independencia Dominicana, pudiéndose haber creado así nuestro " Guantánamo Francés".
Gracias a la providencia, el valor y explotación de las circunstancias que primaban en Haití, nos batimos siendo pocos, mal armados, logrando vencer a un gigante que parecía invencible con nuestras propias manos consolidando así nuestra Independencia, en la cual no debemos olvidar los diversos movimientos independentistas que en las principales ciudades esperaban los resultados de la ciudad de Santo Domingo para desplegar las defensas en los posibles blancos de ataque de la ineludible respuesta Haitiana que no se hizo esperar inmediatamente en Marzo de ese año.
En 1848, Mella regresa al país, amparándose en la amnistía del presidente Manuel Jiménez y se une a Pedro Santana y a los conservadores. Esto fue hasta 1861, año en que se anexa la República Dominicana al gobierno español: entonces Mella se une al grupo de los restauradores, confirmando con esto su gran integridad y su heroísmo a favor del bien nacional.
Muere atacado de disentería el 4 de junio de 1864 en la ciudad de Santiago. Muere con la distinción de ser dos veces prócer de la República. Pidió que sus restos fueran envueltos en la bandera tricolor dominicana, y así se hizo. Sus restos descansan junto a los de otros grandes patriotas dominicanos, Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez, en el Altar de la Patria.
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